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1 de marzo de 2011

La leyenda del rey errante



Walid es un príncipe árabe que desea ser un gran poeta pero, durante tres años consecutivos, es derrotado en un concurso de poesía por Hammad, un humilde tejedor de alfombras, pobre y analfabeto.
Envidioso, Walid lo nombra historiador real y le impone una serie de tareas imposibles, como ordenar el enorme y caótico archivo de palacio o tejer una alfombra que contenga toda la historia de la humanidad. Pero…¿qué ocurriría si Hammad lograse tejer esa alfombra?




Un muy buen libro de Laura Gallego que leí hace poco. Nada más empezar te atrapa, tanto por la forma de narrar como por lo bien que se desarrolla la historia desde el primer momento. El protagonista, Walid, es un príncipe que al principio de la historia tiene las cualidades que a todos les gustaría tener: es bueno con sus súbditos, amable, un gran guerrero, tiene un buen dominio de la escritura y la poesía... un príncipe amado por todos, pero cometió un error.
Cuando Hammad, un tejedor de alfombras analfabeto, le gana en el concurso, se aprecia que algo extraño empieza a crecer dentro de él. En las siguientes ediciones del concurso esta situación vuelve a repetirse, y Walid, por envidia y por orgullo, decide hacérselo pagar a ese hombre.
Durante toda la trama el que lee es testigo de las múltiples facetas del príncipe: bondadoso y querido, orgulloso y déspota, carcomido por la culpa... es un personaje que me ha gustado mucho precisamente por eso, por tener tantas facetas, y porque no es usual ver a un protagonista de este modo. Los protagonistas normalmente saben siempre qué está bien y está mal, no se equivocan, siguen la justicia; Walid es humano, y por tanto, comete errores; se culpa, trata de avanzar... representa lo bueno y lo malo, alguien que para cuando se da cuenta de lo que ha hecho es demasiado tarde para detenerlo todo.
El personaje de Hammad también me gustaba muchísimo: era pobre y analfabeto, una persona de la que nadie esperaba nada, pero tenía alma de artista y era una buena persona ;__;

La narración es bastante amena: fácil de leer, descripciones maravillosas de los paisajes de Arabia, los poemas... antes de que te des cuenta ya te has adentrado en la atmósfera de la historia ~
Los personajes también me han gustado mucho, están bien caracterizados y no parecen simples personajes descritos en papel ~
También es cierto que la historia sirve a la vez para enseñar dos cosas fundamentales: una, que no hay que dejarse llevar por la envidia y el orgullo, y dos, que el hecho de que alguien haya cometido un crimen o haya actuado mal no significa que la persona no pueda cambiar ni darse cuenta de sus errores.


Es, en resumen, un buen libro que recomiendo a todo el mundo ^^

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